Un sitio de Internet tiene dos niveles: el contenido (el mensaje en si mismo) y el formato que le damos a ese contenido (fuentes, tamaño, colores, etc…)
Con la antigua construcción con tablas todo se mezclaba en un solo código.
Mediante la utilización de las hojas de estilo en cascada (CSS, sigla en ingles) el formato se maneja independientemente del contenido.
Los sitios armados con CSS cargan más velozmente, son menos pesados y tienen más chances de ser indexados por Google.
Para entenderlo mejor observen este sitio donde el contenido es siempre el mismo, sólo cambia el estilo CSS